viernes, 31 de julio de 2009

Nueva Ford Ranger: Ay...

Con el salón de Buenos Aires definitivamente suspendido, la gente de Ford aprovechó La Rural, para mostrarnos la nueva Ford Ranger. Por supuesto que nos agrada ver que un diseño un tanto desactualizado pero tan característico del segmento, se modifica. Pero a todas luces tenemos que decir que, aunque sabíamos que no nos íbamos a encontrar con grandes novedades, esperábamos mucho más. Y es que esta Ranger, cuyo diseño básico data de 1983, ya siente por todos lados el paso de los años y, salvo la imagen de la marca, la robustez esperable en este tipo de vehículos y la buena fama, Ford no tiene mucho más que ofrecer en este modelo maquillado, pero veterano al fin. Sobretodo cuando la Hilux de Toyota es la líder cómoda del mercado, con un diseño mucho más actual, mayor tamaño interno y atributos propios del siglo XXI. Claro, no lleva el óvalo de Ford en la trompa, pero si la marca estadounidense sigue perdiendo el tiempo, Toyota también se va a quedar con el prestigio. La nueva Ranger no presenta demasiadas novedades en su sector trasero, salvo unos faros más grandes -a nuestro juicio siempre bienvenidos- pero el portón sigue siendo el mismo. El interior sufrió un lavadito de cara, pero las modificaciones más notorias están en el frente. Y no es que la trompa esté mal, el problema es que, desde el punto de vista del diseño, el mensaje debe ser claro, y en este frente vemos muchos mensajes entrecruzados. Más que mensaje, parece el bullicio de un restaurant lleno, antes de la gripe A. Otro típico ejemplo de barroquismo brasilero. Si, porque para aventar las críticas de algunos lectores, aclaramos que el diseño es brasilero. Aunque se fabrique en Pacheco. No olviden que Ford Argentina no es otra cosa que un kiosco de Ford de Brasil. Veamos: la trompa ahora es más alta que antes, al menos en los extremos delanteros. Lo cual hace que esta Ranger se vea más "cuadrada" que sus antecesoras, sin que sepamos si realmente era necesario. Esa es una clara decisión de diseño, pero tal vez, a los que no son tan altos, les obstruya un poco la visibilidad hacia adelante. Habrá que sentarse, manejarla unos días, y ver. Tal vez sea sólo una cuestión de costumbre. El frente está dominado por una amplia parrilla con bandas cromadas, que responde a la línea de diseño de Ford de Estados Unidos de hace tres o cuatro años. Todo bien, pero ¿porqué complicar el diseño, de por sí rotundo, con ese juego de barras colocadas a los laterales de la propia parrilla? ¿Porqué no dejar que, o las barras de la misma parrilla recorran todo el frente,o que sean las barras laterales las que determinen la parrilla, y listo? La propia fuerza de este elemento, bien resuelto, hubiera obviado la necesidad de elevar la altura de la trompa sin que carezca de esa sensación de mayor volumen que se pretendió dar, como mostramos en su hermana de Estados Unidos en una nota anterior. Los faros son de un diseño que no evita algunas líneas de más y una distribución no muy actual, se montan sobre el capot y por momentos parecen divorciados de la parrilla. El paragolpes, bien. Podríamos decir que es lo más sobrio del conjunto. Y resolvieron la crítica que le hacíamos en otra nota con esa superficie plástica negra que reemplaza a la de chapa de las primeras fotos a las que tuvimos acceso. Decíamos entonces que esa superficie, de chapa, sería fácilmente rayable, abollable, etc. Pero eso sí, y es otro vicio brasilero: el abuso del color negro pleno. El resto sigue igual, con una puerta trasera de un ancho casi ridículo y un ángulo de apertura bastante escaso, pero hay que tener en cuenta que se partió de la primera Ranger de cabina simple. Por supuesto que sus virtudes deben permanecer intactas y, como siempre aclaramos, si algún directivo de Ford se olvida una de éstas en la puerta de mi casa y con los papeles a mi nombre, no la vamos a rechazar. Digo, porque siempre me insinúan que hago estas críticas pero es preciso "bajar a la realidad" o que seguramente debo tener un auto que no cumple con ninguno de los preceptos que postulo. El problema es que sospechamos que la Ranger, en su mercado, va a seguir perdiendo terreno. Y con la pronta aparición de la Volkswagen Bocadito, la Ranger es como un equipo que empieza el torneo casi sin hacer incorporaciones. No sea cosa que termine peleando el descenso.