martes, 9 de febrero de 2010

Fue amor...

Un piloto extraordinario, exquisito, fino. En la época en la que los pilotos de Formula 1 no provenían del Karting, no se comía un pianito. Era frío, matemático, reconcentrado. A quienes por los setenta éramos niños nos hizo picar el bichito del amor por las carreras y los autos, cuando cada escudería tenía su propio diseño, en vez de ser todos los autos iguales. Y nos levantábamos los domingos temprano para verlo correr. Carlos Reutemann era un largador excepcional, un tester envidiado por todos los equipos, tal como pude comprobar años después en mis viajes por Europa, donde lo llaman "Roitemann". Cómo olvidar aquella vez que, luego de varias carreras de vacas flacas, punteaba en Mónaco y la voz en el relato de Héctor Acosta, en la última vuelta se comenzó a entrecortar por la emoción de verlo ganar con ese Williams, relato que aún recordarían los programas que realimentan a la televisión si no fuera por el inolvidable gol de Maradona contra los ingleses en la voz de Victor Hugo Morales. Tuve ocasión de saludarlo siendo yo muy chico, mientras probaba un Lotus 79 totalmente negro y sin sponsors (la escudería había perdido la tradicional publicidad de John Player Special) en el autódromo de Buenos Aires, a fines de 1978. Le hablé de ese hermoso auto, de su chasis monocasco y finito, del efecto suelo, de Colin Chapman, como si lo conociera profundamente. Abrió los ojos celestes grandes y me dijo: "-Te voy a traer de mecánico-" Esa vez le dije cuánto lo admiraba. Muchos años mas tarde, en una redacción, y cuando ya había encarado su carrera política, tuve ocasión de volver a decírselo. Hizo un silencio largo, bajó la cabeza y pasándose una mano por la nuca me contestó: "-Había unos cuantos buenos, en esa época-" Claro. El fue subcampeón en la Formula 1 de Lauda, de Hunt, de Villeneuve, de Jones, de Piquet y tantos monstruos. Un tipo sencillo, parco, inescrutable, que se divertía ablandándole el Fiat Ritmo a Mimicha, cuando podía andar conduciendo un BMW M1. Después, la política. El menemismo, una gobernación dudosa en Santa Fe, la inundación no prevista, su apoyo a la oligarquía agropecuaria. Pero lo queríamos igual a este hombre al que Enzo Ferrari describió como "Atormentado y tormentoso" y muchas veces me pregunté si el viejo Enzo no habrá tenido razón. Hace un tiempo salió con esa frase acerca de dónde se tenían que meter la candidatura. No me gustó, como no me venían gustando sus acciones recientes. Y ayer, con otra, asegurando que los Kirchner se iban a robar la Casa Rosada y la Plaza de Mayo, y hasta acá llegué, Carlos. La frase, en apariencia inocente, pronunciada en una reunión de terratenientes, intenta generar la idea de que algo hay que hacer cuanto antes, o antes de que algo peor ocurra, y eso, en mi barrio, se llama golpismo. Ahora bien: parece que nunca temiste que Menem se robe algo y ahí si, callaste. Y toda esa chusma burguesa asustada que te escucha y que lapida a Maradona por cualquier frase pero cuando vos vomitás tus palabras, peinado y trajeado, dice que "representás el hastío de tanta gente". Por favor. No puedo evitar trazar una línea en la arena. Me cansé. Quince días atrás, este mismo gobierno al que vos das por sentado como ladrón, le daba dos millones de dólares a Pechito López para poder concretar su llegada a la Formula 1, y vos, que estuviste en las gestiones para conseguirlo, lo viste bien. Por todo lo que te quise, por favor, callate. Por todo lo que te quise, por favor, mirá a la gente que no tiene y no a los amigos con poder, y si construís en política, empezá por abajo, desde la militancia, no entre colegas millonarios que ven que pueden perder lo que fueron robando en otras épocas. Por todo lo que te quise, por favor, jamás te pediría que apoyes al gobierno: no es necesario, pero no seas funcional a lo peor de los gobiernos pasados. Perdón, Carlos, me cansé. Cuando corrías a 300 kilómetros por hora eras más inteligente y sonreías más. Acaso eras mas feliz. No te olvidaré arriba de un auto, pero como político, el futuro que nos deseás es parte de un pasado que bien nos haría enterrar definitivamente.

2 comentarios:

  1. Muy bueno señor.- Coincido Plenamente.-
    javier de Posadas, Misiones

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  2. Casi cuatro años despues de escrito este post Reutemann sigue viviendo con sus mismos ingresos de antes de ser político, y este post, creo que por "actualización de la realidad VISTA" debería tener, como mínimo, una edición acerca de la opinión del gobierno actual, o no????, Reutemann solo LO ADVIRTIÓ..., Peter, no condenes al cartero, si no te gusta lo que dice la carta...

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