jueves, 15 de abril de 2010

¿Ven? Eso es lo que me revienta!

Creo que fue en 2004, cuando se presentó en la Argentina el Volkswagen Fox. El día de la presentación había un clima de desconcierto. No entendíamos bien que lugar venía a ocupar este modelo, del segmento del Gol, pero con un precio mas elevado y un nombre que era un "comodín" de la empresa en varios mercados. De hecho, "Fox" se llamó el Gacel exportado desde Brasil a los Estados Unidos en los '80. Cinco minutos después de la presentación, los directivos de Volkswagen tenían una opinión de los "expertos" sobre el auto, que al poco tiempo se reflejó en las concesionarias: el tablero lucía muy pobre, algunas terminaciones dejaban qué desear, un diseño algo impersonal, etc. Durante todos estos años, Volkswagen "surfeó" las críticas prometiendo un restyling para algún momento, pidiendo a la prensa especializada, que está decididamente enamorada de la marca o al menos, de su departamento de marketing, que no "maten" al modelo en las notas, que sean suaves con las críticas y cosas así. Finalmente, hace unos días, Volkswagen ha lanzado el mentado rediseño del auto. Y debemos confesar que nos gusta. El rediseño de la trompa le ha hecho ganar personalidad y acentuar ese aspecto aleman del modelo, además de darle el look de la marca que, aunque VW insista, no ostenta el Gol Trend. El interior luce -por fin- muy mejorado y hasta da ganas de ir a la concesionaria a preguntar por uno, si no fuera que, en vez de poder comprar el rojo de la foto, nos van a obligar sutilmente a aceptar una de las tantas variantes de grises que saturan nuestras calles. Todo el auto está mejor. Es más: creemos que compararlo con el Chevrolet Agile, como ha hecho una publicación, es como comparar a Messi con Stracqualursi. Pero lo que me revienta, digo en el título, es el exagerado canchereo que ahora hace la marca con el restyling. Si durante seis eternos años no respondieron a las críticas, ahora que lo hacen, no se vanaglorien por cuanto medio en el que salen, de algo que tendrían que haber hecho en 2005 o 2006 y juéguenla de callados. Impongan el producto por la calidad y el boca a boca, que si el rediseño tardó no es por culpa de los clientes que criticaban al Fox, sino por la sordera de la marca alemana cuando tienen que responder a las demandas de una "provincia" como la Argentina.

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