jueves, 11 de febrero de 2010
¿Cómo saber que ya no somos jóvenes?
Una historia verídica. Me la contó un amigo que se había ido de vacaciones con su familia a Miramar. Admirador de los autos, conocedor, y en particular, fanático de aquellos autos de los setenta, había ido a comprar unas facturas con su hijo, de unos diez años, al que también le gusta y está empezando a conocer esto de las cuatro ruedas. En eso, doblando una esquina sobre la Avenida 23, mi amigo cuenta que ve una Coupé Torino blanca, inmaculada y, o muy bien restaurada o muy bien conservada. La coupé giraba junto a un terrenal Fiat Duna. Fascinado y en el apuro por que la coupé no se pierda de vista, mi amigo le señaló al hijo: "-¡Mirá! ¿Ves? ¡Eso sí que es un auto!-" Y el nene le respondió: "-Pero, Papá! Es sólo un Duna doblando al lado de un auto viejo!-" Creo que el nene sigue castigado, no se si por desconocer un Torino o por introducir a su padre en el irretornable mundo de la vejez...
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