El título de Clarín del 23 de diciembre sonaba auspicioso: "Renault lanza su
primer modelo local en ocho años". Más allá de mi acotación: ("Era hora"),
la noticia continuaba con el tono optimista al revelar que el lanzamiento
del nuevo Symbol requirió una inversión de 200 millones de dólares. Ahora
bien. El Symbol no es otra cosa que el viejo Clío tricuerpo (hace unas
semanas se ofertaba a 42.000 pesos) con diferente trompa y diferente cola,
mas un interior renovado. No sólo eso, el mismo Clío con baúl se llamó
Symbol en algunos mercados, como Rusia y Colombia. Conserva del modelo
original la puerta delantera (creo que la trasera se modificó levemente para
albergar una tercera ventanilla lateral), el parabrisas y la estructura
básica sobre la que se coloca la chapa. La silueta del auto es idéntica en
ambos casos, aunque el nuevo parece mas alargado. Al igual que con el
Renault Clio cuatro puertas original, la idea viene de Turquía para los
países llamados "emergentes". Renault afirma que el plan original era
producir 30.000 Symbol por año, pero por la caída de exportaciones a Brasil
y México, se proyecta fabricar sólo 20.000 autos anuales. En otra gacetilla
leí que el Renault Symbol va a costar entre $ 48060 y $ 59980. Más allá de
que vendiendo apenas 20 mil de esta nueva cosa, calculo que en un par de
años van a recuperar la inversión, mi reflexión fue: ¿Doscientos millones de
dólares por un restyling del Clio? ¿No habrá alguien en Renault que falta a
la verdad? ¿Y si con parte de esos 200 millones se le paga los sueldos y se
conservan los empleos de todo el personal que despidieron?
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